Demagogia con las pensiones

Esta semana voy a escribir un artículo en tono mucho más duro de lo habitual, pero es que de verdad estoy harto de ver y oír tanta demagogia barata. Los partidos de izquierdas se han lanzado a la conquista del voto de la tercera edad. Les venden la mula ciega, el caballo cojo y los jubilados se tiran de cabeza a comprarles la mercancía. 



Cualquier persona que tenga un mínimo de formación y que se haya interesado un poco por el tema sabrá que el actual sistema de pensiones es INSOSTENIBLE. Fue diseñado para otra época donde los había mucha más natalidad y la esperanza de vida no era tan alta. Me imagino que los políticos lo saben, quizás no, porque muchos no habrán abierto un libro desde hace muchos años.Sin embargo ahí están,prometiendo el oro y el moro a los pensionistas.

También me produce sonrojo y vergüenza el ver y oír las declaraciones de jubilados que asisten alas manifestaciones. Decía una señora con una pensión de 600 euros que tenía que aprovechar a comprar las manzanas en oferta porque sino no llegaba a fin de mes, otra señora con pensión de 800 que no le llegaba para gastarse 100 euros en poner la calefacción.
Todos los jubilados que conozco tienen la vivienda en propiedad, sin el gasto de la hipoteca, creo que esas cantidades dan para vivir holgadamente. Sino pueden hacer un viaje por algún país de la Europa del este (países ex-socialistas), donde he conocido personas que tienen 100 euros de pensión, aunque la media creo que anda sobre los 300 euros y los precios de los alimentos son tan sólo un 10-15% más baratos en España.

La solución de los políticos, subir aún más los impuestos,quedarse aún más con el fruto del sudor de nuestra frente. Cómo se nota que ellos nunca han estado al frente de una empresa (para mí, requisito indispensable para ocupar un cargo público), así sabrían lo difícil que es hacer cuadrar las cuentas, lo difícil que es generar ingresos.

Mi consejo: ahorren y creen un sistema alternativo que les proporcione rentas ahora y cuando tengan 65 años porque su pensión pública están en manos de unos tuercebotas.